Nos calzamos los patines delante del hotel y subimos por el carril bici de la 8ª Avenida hacia Columbus Circle donde hay uno de los muchos accesos al parque de la 59th Street.
Una vez dentro del recinto te das cuenta de su inmenso tamaño (341 hectáreas). Además como era domingo estaba llenísimo de gente a paseando con su bicicleta, corredores, calesas con turistas, gente caminando, y también encontramos algunos patinadores. La calzada totalmente asfaltada por donde se puede circular es bastante ancha para todos los usuarios de la vía.
Una vez dentro del recinto te das cuenta de su inmenso tamaño (341 hectáreas). Además como era domingo estaba llenísimo de gente a paseando con su bicicleta, corredores, calesas con turistas, gente caminando, y también encontramos algunos patinadores. La calzada totalmente asfaltada por donde se puede circular es bastante ancha para todos los usuarios de la vía.
Otra sorpresa fue descubrir que Central Park no es plano, sino que tiene bastantes subidas, algunas de ellas un poco fuertes, y sus correspondientes bajadas que se podían recorrer sin problemas.
Recorrimos en el sentido de las agujas del reloj el camino principal que rodea todo el parque y nos paramos a disfrutar de las hermosas vistas y de los enormes árboles. Aunque estábamos a poca distancia de las calles llenas de tráfico de Nueva York, no se oía ningún ruido de coches. Increíble! Silencio y calma dentro de la ciudad rodeados de un bosque inmenso.
Por un camino adyacente al camino principal, en lo alto de una colina, subimos a ver The Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir, un inmenso lago artificial donde muchísimos corredores se reunen para dar vueltas alrededor de él para entrenar. Aunque el camino era de tierra nos acercamos para hacernos algunas fotos y disfrutar de las vistas de la ciudad.
Seguimos nuestro recorrido hacia el norte del parque y paramos en Harlem Meer donde disfrutamos de las vistas del paisaje y de la compañía de algunas curiosas ardillas. Muy cerca había una pista de hielo que funciona en invierno (en todo el parque hay 2 pistas de patinaje).
Vistas del lago Harlem Meer |
Continuamos hacia el sur donde encontramos más subidas en el camino y alguna fuente donde repostar. A lo largo de Central Park hay muchísimos caminos adyacentes donde se encuentran parques infantiles o embarcaderos para barcas de remos.
Volvimos a ver The Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir, esta vez por el otro lado. Impresionan sus dimensiones y ver detrás los enormes rascacielos, tan lejos pero a la vez tan cerca. Más abajo está de Great Lawn, una extensa explanada donde muchísima gente se reúnen a practicar deporte.
También encontramos algunos patinadores por el parque |
Había muchísima esperando para hacerse una foto. Se quedaron bastante sorprendidos de vernos allí con nuestros patines, pero también queríamos tener un recuerdo del lugar. Muy emotivo!
Cuando nos dimos cuenta ya habíamos dado la vuelta a todo el parque, pero aún me quedaban por ver un par de cosas que había leído en la guía de turismo de la ciudad cerca del Conservatory Water.
Fuera del recorrido principal en el mismo parque encontramos lo que estaba buscando: las esculturas de bronce de Hans Christian Ardersen, escritor de cuentos para niños como "La Sirenita" o "El patito feo"
y también la escultura de Alicia en el País de las Maravillas. Y también nos hicimos nuestra foto de recuerdo.
Finalmente encontramos las esculturas |
Después de ver Central Park en miles de películas y en la televisión, verlo en persona impresiona mucho más. Es aún más grande de lo que se puede imaginar y pudimos recorrerlo "casi todo" con los patines puestos.
Este viaje a Nueva York ha sido mucho mejor de lo que me esperaba y visitarlo en patines le ha dado una nueva y mejor perspectiva.
Este viaje a Nueva York ha sido mucho mejor de lo que me esperaba y visitarlo en patines le ha dado una nueva y mejor perspectiva.
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