Patinando por Mallorca

Este pasado agosto de 2010 estuve unos días de vacaciones en Mallorca con unas amigas. Como en todos mis viajes, siempre llevo conmigo mis patines y esta vez también me acompañaron. Visité algunos de los lugares más turísticos de la ciudad de Palma y de otras ciudades de la isla de Mallorca, y también quise disfrutar de alguna ruta con mis patines.

Carril bici al lado del mar. Al fondo, la ciudad de Palma de Mallorca.

Estaba alojada en un hotel de la zona turística de S'Arenal a unos 14 kilómetros de la ciudad de Palma de Mallorca. Después de desayunar me puse los patines delante del hotel y me dirigí al paseo marítimo cercano preparada con mis patines, un bidón de agua, crema solar y una gorra. Con 41 grados de temperatura y un viento suave y agradable empecé la ruta hacia Palma.

El paseo marítimo de S'Arenal no es el más adecuado para patinar y no tenía un carril bici liso para patinar, aunque sí para ir en bicicleta. Más adelante, encontré el carril bici perfectamente señalizado que seguía todo el paseo marítimo pasando por todas las playas hasta llegar a la ciudad de Palma.

A punto de llegar a la ciudad de Palma por el carril bici.

Me fuí parando para hacer fotos del recorrido. En uno de los tramos del carril bici se podían ver los aviones que salían del aeropuerto. No encontré muchas fuentes por el camino, ni tampoco algo de sombra bajo la que resguardarse. Aún así, el recorrido no se me hizo muy largo ni pesado y finalmente llegué a la Playa del Petrixol de la ciudad de Palma de Mallorca. Me dió mucha paz y alegría, patinar al lado del mar.

Nada más llegar me encontré con la Catedral de Mallorca. Seguí por otro carril bici hacia el centro de la ciudad y paseé durante un rato confundiéndome con los turistas. Cuando ví que se me había hecho un poco tarde y mis 2 amigas me esperaban para comer, volví por el mismo carril bici hasta el hotel. En total, unos 30 kilómetros.

Final de ruta en S'Arenal

Y por la noche quedé para patinar con Influenza de Mallorcapatina.com al que ya conocía de haber coincidido en alguna quedada de patines. Fuimos por diferentes carriles bici que hay por la ciudad y también pasamos con los patines por delante la Catedral de Palma y el Palacio Real de la Almudaina.

Me gustó mucho disfrutar de la ciudad de Palma de Mallorca con mis patines, tanto de día como de noche. Esta es una forma de turismo diferente a que estamos acostumbrados. Y me encanta!!! Gracias, Influenza, por acompañarme de ruta nocturna por Palma!!!